Guía para una Alimentación Saludable
Estrategias Tradicionales y Tecnológicas
Saludable es aquella en la que se combinan diferentes alimentos, previamente seleccionados, tomándolos en la cantidad adecuada, según las necesidades energéticas y nutritivas de cada persona, las cuales están condicionadas por la edad, el sexo, la situación fisiológica y sus condiciones de salud. Puede variar a lo largo del día y con los distintos días de la semana. Está influida por factores culturales, sociales y económicos. Es importante introducir la sobrealimentación y la adicción a algunos alimentos, sobre todo los que tienen imprimiendo los mensajes de necesidad de elegir, comprar y cocinar los alimentos más correctos e indicados para mantener o conseguir un buen estado de salud. El exceso de estos productos son básicos o necesarios.
Educar en una alimentación saludable implica aprender a elegir los alimentos correctos, seleccionarlos en el mercado, transformarlos y conservarlos en casa sin perder las propiedades, y cocinarlos de la forma más adecuada. Además de este hecho pedagógico, es preciso eliminar la disonancia alimentaria de nuestros ciudadanos, huyendo de los mensajes publicitarios o mediáticos que nos trasladan imágenes inadecuadas del consumo o de la imagen del producto, así como los que rompen el entorno publicitario de la alimentación. Para educar en la alimentación es necesario recordar que toda actuación educativa debe estar precedida de una buena información. En gran parte de los aspectos que abordamos encontramos divergencia de información y falta de consenso entre profesionales de la salud, con relativa frecuencia la alimentación es vivida por los ciudadanos como algo incómodo, y a la hora de realizar una compra no suelen fijarse ni valorar positivamente la cantidad y calidad de los alimentos.

Importancia de una dieta equilibrada
Aunque los seres humanos sabemos a través de nuestra intuición aquello que es saludable y beneficioso para nuestro organismo, muy pocas veces tendemos a poner en práctica todos los hábitos nutritivos necesarios para mantener un estado de alimentación saludable. A medida que la tecnología ha avanzado, el desarrollo de productos procesados ha ido en aumento, haciendo cada vez más difícil que la población disponga de una dieta equilibrada y saludable. Nuestra sociedad, de gran consumo y fuertemente preocupada por su aspecto físico, es bombardeada diariamente por numerosas campañas publicitarias. Gran parte de estas campañas promocionan una dieta pobre en grasas, o desnatada, alterada, o con comida preparada para realizar una dieta baja en calorías al momento de ser absorbidas, pero no nos dicen nada sobre el aporte de estas comidas al estado de salud general. Respecto a los alimentos frescos, un consumo desmesurado conlleva una aportación de nutrientes no balanceada y un posible desarrollo de problemas de salud a largo plazo. En consecuencia a los problemas citados, es necesario valorar la situación e instaurar una guía nutricional que implique redactar una serie de pautas alimentarias y correctos hábitos para la población en general. Deberá estar dirigida a toda la sociedad en general y a grupos específicos, como las embarazadas o los ancianos; para estos últimos por encontrarse con un elevado riesgo de sufrir deficiencias asociadas a la alimentación.